27 de mayo de 2012

El oso

(Título original: L'ours. Francia, 1988. Jean-Jacques Annaud)

Qué película más bonita y emotiva. Y qué bien realizada, es increíble el modo en que el director consigue que los osos muestren en pantalla todos esos sentimientos, tan humanos, como la capacidad de amar, de proteger, de enseñar y de aprender, la curiosidad traviesa de la infancia; a la vez que los instintos más básicos, como el sentido del olfato como guía, las exhibiciones de fuerza previas al sexo o el propio instinto de supervivencia. El director retrata todo en ello dentro de un paisaje espectacular y maravilloso, que el espectador no puede dejar de admirar, y nos demuestra con imágenes llenas de belleza su gran amor y respeto por la naturaleza, y por todo lo que hay en ella.