Una película en la que se unen, formando una entretenida trama, escenas de acción trepidante, buenas interpretaciones, oscuros decorados de época y diálogos divertidamente socarrones, y que además está dirigida por Guy Ritchie (fiel a su estilo personal) y protagonizada por un personaje central carismático, superdotado, excéntrico... ¿de qué película puede tratarse? ¡tachán!: ¡sólo una de buen cine! Buen cine de entretenimiento, de consumir y olvidar, sí, pero del que deja una grata sensación, con el que no tienes la sensación de haber tirado a la basura dos horas de tu vida y con el que pasas un rato la mar de gracioso.
Los fans de Robert Downey Jr.: no se lo pierdan. Borda como nadie este personaje cargado de genialidad desde todos los puntos de vista, al igual que en la primera parte. También es de destacar la química bestial que tienen juntos en la pantalla él y Jude Law: ¡a por la tercera!
