(USA, 2010. Jay Duplass)
La película aborda un conflicto no poco habitual, y bastante complejo: la etapa de adaptación por la que pasan los hijos que llevan un tiempo viviendo solos junto a uno de sus padres, y éste reace su vida sentimental junto a una nueva pareja, con lo que deben aceptar dejar de ser los absolutos protagonistas, el centro de la vida de los padres.
En este caso, Cyrus (Jonah Hill) es el hijo "raro" de Molly (la guapísima Marisa Tomei), y se encuentra aterrorizado ante el hecho de que su madre deje de ser "suya", al enamorarse de la sinceridad y simpatía del personaje interpretado por el carismático John C. Reilly.
La película aborda un conflicto no poco habitual, y bastante complejo: la etapa de adaptación por la que pasan los hijos que llevan un tiempo viviendo solos junto a uno de sus padres, y éste reace su vida sentimental junto a una nueva pareja, con lo que deben aceptar dejar de ser los absolutos protagonistas, el centro de la vida de los padres.
En este caso, Cyrus (Jonah Hill) es el hijo "raro" de Molly (la guapísima Marisa Tomei), y se encuentra aterrorizado ante el hecho de que su madre deje de ser "suya", al enamorarse de la sinceridad y simpatía del personaje interpretado por el carismático John C. Reilly.
Se trata Cyrus de una bonita película dentro del cine sobre historias mundanas, y bien interpretada, apta para aquellos espectadores de cine sobre relaciones humanas cotidianas que toleran los contextos americanos al estilo Hollywood "hiper-irrealista" (casas de lujo, personajes cuyos trabajos no conocen horarios, etc.).
