Intocable

(Intouchables. Olivier Nakache, Eric Toledano. 2011, Francia)

Una película fresca, edificante, original, verdadera, sólida y tierna. Un guión armado de humor e inteligencia y unos personajes cercanos. El éxito de la película reside precisamente en el encanto de los protagonistas principales: un rico tetrapléjico (a causa de un accidente con parapente) que huye de compasión y prejuicios, que aún ama la vida y pretende disfrutar de ella en la medida de sus posibilidades, y un enorme chico negro del extrarradio recién salido de la cárcel, ingenioso, atrevido, entrañable, que con su sentido del humor y vitalidad enseguida se gana el cariño de los que le rodean.

La historia muestra como lo que nos une de forma profunda a las personas está relacionado con cómo somos: cómo escuchamos a alguien para comprender sus necesidades y emociones, la forma en la que podemos prestar nuestra ayuda verdadera, la importancia del amor de la familia, el sentido del humor como herramienta para soportar el dolor y un vehículo para llegar al corazón de los demás.

Una de las mejores películas que he visto últimamente.

Thirteen

(EEUU. 2003. Catherine Hardwicke)

La película ilustra la conflictiva etapa adolescente que tiene lugar cuando, de forma prematura, los púberes comienzan a experimentar con alcohol, drogas y sexo; sin obviar otro tipo de problemas o inquietudes muy frecuentes de la edad, como es la autolesión, la promiscuidad o el sentimiento de abandono respecto a los padres, y la rabia que sienten debido a la incomprensión que reciben para con ellos.

La historia se representa con mucho realismo y sin caer en lo morboso, resulta muy verídica gracias a las interpretaciones del elenco femenino protagonista: la estupenda Holly Hunter en el papel de madre trabajadora y comprensiva, a la que pilla totalmente desprovista de recursos educativos el repentino cambio de su hija; e Evan Rachel Wood y Nikki Reed como peligrosas adolescentes con el pavo subido. 

Algunos pequeños detalles de la narración rubrican el realismo de la historia y del escenario en que se desarrolla, y perfilan otro tipo de ideas en las que no se profundiza, pero que quedan bien representadas, como la diferencia de actitud entre los dos hermanos, de edades similares: mientras la chica miente continuamente y busca despertar la admiración de los otros potenciando su sexualidad, el chico, sin dejar de interesarse por las niñas (escena en la que piropea a una mujer, ignorando que es su hermana), muestra un talante más responsable, cooperador, mediador y sano (lo vemos interesado en colaborar en casa o en practicar deportes, como el surf, además de divirtiéndose con los amigos de forma saludable).

Mia Sarah

(España. 2006. Gustavo Ron)

Ayer vi esta película, programada por TVE y emitida en La 2. Es una película ligera y amable, que tiene el encanto de lo cercano. Los personajes que interpretan Daniel Guzmán y Verónica Sánchez son buenos e ingenuos (hasta cierto punto casi parecen irreales), y la aparición de Fernando Fernán-Gómez, como era habitual en eĺ, y en su voz, llena de fuerza y presencia la escena, en la que fue su última participación en el cine (dice su personaje: "yo nunca fuí de dramas, yo soy más de comedia musical..."). Coincide en esta película Fernando con el que en otro momento de sus carreras profesionales fue su "aprendiz", Manual Lozano ("La lengua de las mariposas", 1999).

Esta película es como un cuento: la trama resulta ajena, pero la ternura de los personajes nos adentra en la ficción. En cierta forma, es como una animación de Disney actualizada: el viaje que el chico hace, enamorado de la "humilde princesa", para rescatarla y conseguir su amor, y ser felices por siempre. Fin.

Blow

(Blow. 2001. Ted Demme)

George Jung es el nombre del protagonista real de la película, un hombre que en la década de los 70 conseguía importar la mayor parte de la cocaína que llegaba a los EEUU procedente de Colombia, pero que finalmente acabó en la cárcel (la película nos cuenta que estará allí hasta el 2015, aunque desconozco la situación actual), viendo como su único sueño verdadero se truncaba para siempre: estar junto a su hija.

La narración es muy entretenida, tiene un ritmo ágil, y no busca convertir la historia en un drama pesado, ni endiosar al personaje. Se van contando los hechos principales y queda bien claro quién es cada uno en el reparto: el protagonista, un buen hombre que sueña de joven con hacerse rico (y después simplemente con ser feliz), los amigos que le traicionan, la esposa drogadicta (Penélope Cruz), que no tarda en abandonarle y los padres (una, por un lado, débil ante el juicio público, y otro, decepcionado y dolido, pero presente hasta el final).

Algunos momentos me gustaron especialmente porque están muy bien construidos (las miradas, el guión). Coincide que son los más "sentimentales": las conversaciones entre George y su padre (Ray Liotta), la cinta que le graba desde la cárcel y el triste, pero poético, final, en el que vemos a un viejo y desgastado Johnny Depp.

El secreto de Thomas Crown

(The Thomas Crown affair. 1999. John McTiernan)

No estoy de acuero con las críticas regulares que he leído sobre esta película. Si el cine es entretenimiento, esto es cine del bueno, porque la película contiene de todo: intriga, ritmo, personajes con carisma, buen desarrollo, y buen final. ¡Ideal para pasar un buen rato sin pensar demasiado! Los detractores de este tipo de cine, ¿no se "empachan" nunca de realismo visual, de profundidad sentimental? Con lo sano y divertido que es a veces dejarse engañar, dejarse llevar por lo fácil y lo superfluo.

La película invita a acompañar a esa René Russo totalmente impresionante, inteligente, sexual y seductora, por ese Pierce Brosnam estirado, juguetón e irresistible, por esa dosis de divertimento en paraísos del lujo, en los que todo está al alcance. Además, nos sirve en bandeja un goloso final: ¡qué más se puede pedir!

Young adult

(EEUU. 2011. Jason Reitman)

Charlize Theron realiza, gracias a su personaje caricaturesco, una demostración más de su buen hacer y sentido del humor, pero el espectador puede acercarse a esta película suponiendo un guión ácido y original. Sin embargo, y sin quitarle ningún mérito a la surafricana (que acaba de obtener la doble nacionalidad estadounidense, por cierto), quien llena de solvencia y credibilidad su actuación, la película es definitivamente aburrida y carente de interés.

No deja de sorprenderme, además, ese estilo de vida tan "raro" de algunos estadounidenses, que se refleja en determinadas películas muy a menudo, en el cuál no existen los horarios de trabajo, y cada uno comienza y termina su jornada cuando así lo desea (lo mismo a la hora de tomarse vacaciones). ¿Alguien es capaz de explicármelo? Se me ocurren algunas opciones, por ejemplo: la gran mayoría son autónomos y sus negocios funcionan tan bien que no requieren que el jefe acuda al trabajo a diario. Otros muchos viven de los padres, que tienen mucho dinero. O, quizá, trabajar de vez en cuando unas horas allí está muy bien pagado, y por eso trabajan a destajo una semana y luego se ausentan dos meses. ¿Será alguno de estos el motivo de que exista esa vida tan idílica que nos muestran en el norte del "otro lado del charco"?

La invención de Hugo

(EEUU. 2011. Martin Scorsese. Título original: Hugo)

Hugo es una película enternecedora, que refleja en cada fotograma inspiración y amor por el cine. Una especie de homenaje al cine que ocupó, con probabilidad, un gran espacio de tiempo en la infancia de su director, poblando su mente de estupendos recuerdos. Se puede apreciar esto no sólo en la temática, sino también en el gusto exquisito y el cuidado con el que desarrolla la película: el color, las interpretaciones o los encuadres. El detalle de los relojes, las estaciones, las cámaras y el metraje antiguo. Es muy bella tanto estéticamente como en su fondo.